No te rindas . . .

No te rindas, aún estás a tiempo

de alcanzar y comenzar de nuevo,

Aceptar tus sombras,

Enterrar tus miedos,

Liberar el lastre,

Retomar el vuelo.

No te rindas que la vida es . . . eso,

Continuar el viaje,

Perseguir tus sueños,

Destrabar el tiempo,

Correr los escombros,

Y destapar el cielo.

No te rindas, por favor no cedas,

Aunque el frío queme,

Aunque el miedo muerda,

Aunque el sol se esconda,

Y se calle el viento,

Aún hay fuego en tu alma,

Aún ha vida en tus sueños

Porque cada día es un comienzo nuevo,

Porque es la hora . . . y el mejor momento.

Porque no estás sola,

porque yo te quiero.

Mario Benedetti

Se lo dedico a la persona que más quiero, Gracias "(^_^)"

Alejandro Magno . . .

Encontrándose al borde de la muerte, Alejandro convocó a sus generales y les comunicó sus tres últimos deseos:

1- Que su ataúd fuese llevado en hombros y transportado por los propios médicos de la época.

2- Que los tesoros que había conquistado (plata, oro y piedras preciosas), fueran esparcidos por el camino hasta su tumba.

3- Que sus manos quedaran balanceándose en el aire, fuera del ataúd, y a la vista de todos.

Uno de sus generales, asombrado por tan insólitos deseos, le preguntó a Alejandro: ¿Cuáles eran sus razones? . . . Alejandro le explicó:

1- Quiero que los más eminentes médicos carguen mi ataúd para así mostrar que ellos no tienen ante la muerte el poder de curar.

2- Quiero que el suelo sea cubierto por mis tesoros para que todos puedan ver que los bienes materiales aquí conquistados, aquí permanecen.

3- Quiero que mis manos se balanceen al viento, para que las personas puedan ver que vinimos con las manos vacías, y con las manos vacías partimos.

Foward 25-08, para pensar un poquito . . .

Fowards . . .

Como no dedicarle una entrada a esos mails que recibimos en cadena, que a veces petan nuestro correo, nos alegran, nos entristecen y de los que podemos sacar la gota necesaria de sabiduría diaria. Unos tratan sobre como tomarnos la vida, lo beneficiosos que son algunos alimentos para nuestra salud, nos llenan de amor, muestran poesías, nos asustan, otros ese chiste para poder reírnos del jefe sin que lo sospeche, otros son simples leyendas urbanas o bulos . . . . pero aún así (aunque los dejemos agolpados para el día de mayor aburrimiento) todos y cada uno de ellos dan una pausa a nuestra rutina cotidiana y nos hacen despertar. Antes yo era una Fowardora masiva, tal vez por sentirte importante cuando empecé en esto de Internet; pasada la euforia primera me olvidé de ellos por completo hasta los días de tristeza y soledad absoluta; y como todo evoluciona hoy en día intento verlos a diario para así tener ese "click" que me despierte de la conciencia globalizada que de una manera u otra nos lleva en una carrera a toda la sociedad y tener el privilegio de poder pasarlo (e incluso guardarlo) a quien quiera o crea que le guste. Por ello alzo mi copa y pido un solemne "Reenviar" por muchos años más.

Clic, clik . . .